domingo, 12 de diciembre de 2010

LA PRINCESA Y EL SAPO

Había una vez una linda princesa de reflejos castaños en su cabellera y mirada de mañana soleada, asi de hermosa ella era. La princesa le regalo sus besos a un sapo creyendo que era un caballero verdadero, sin embargo aquí empieza este relato lastimero.
La damisela cerró los oídos a las advertencias de sus amigos: "Tiene alma de perro" le decían y ella enamorada continuaba en su yerro. Los días se perseguían decorando el vacío con cielos de mariposas y gotitas de rocío.
Pero un buen día llegó en que la bruja del cuento apareció y por el chat del facebook le habló. Le dijo: "No seas tontuela, él sigue conmigo, vente que te lo demostraré". La princesa no creía tamaña artimaña, a cuento de despecho le parecía este hecho.
La duda en su corazón ya estaba sembrada asi que con un nudo en la garganta salio apurada. Al encuentro iba de la hechicera, que seguro le contaría las cosas a su manera. Sin embargo grande iba a ser la decepción luego de una llamada que le destrozó el corazón.
Al sapo llamarían por celular para comprobar que la mentira inundaba su cantar. "¿Por qué no me dijiste que seguías con ella?", le inquirió la bruja refirindosé a la bella. Un silencio de desierto mantuvo el momento incierto. "Ella esta aquí conmigo y ha escuchado todo", dijo la bruja, a quien mejor le vamos cambiado de apodo.
Porque tan bruja no era la otra mujer, y es que en la trampa del sapo también llego a caer. Que llevaban cinco años de relación, imaginénse que tal notición!! El sapo intento defenderse gritandole mentirosa por el celular pero ante las evidencias la princesa sentía su alma llorar.
"Mañana vamos a su trabajo a enfrentarlo!" le propuso a la princesa, pero cómo hacer eso? si no quería ni mirarlo. Llegó a palacio sin decir palabra, deseaba, para que se la coma, que la tierra se abra. No quería llorar aunque a veces le ganaba y de su espiritu dolido el llanto emanaba.

No pudo dormir esa madrugada, "nunca me quiso" pensaba. Ahora de este terrible daño la princesa se recupera y que no le vuelva a pasar "por favor" espera. Le agradece a la bruja, su "hermana" en el dolor, haberla librado de este despreciable señor.
La princesa siempre será princesa y el sapo jamás dejará de ser sapo. Esta historia no tiene un final feliz, de la vida real tiene el matiz.

1 comentario: